jueves, septiembre 28, 2006

51. RELECTURA



(Un par de “suscriptores” dell LHD me han llamado extrañados por la forma en que, tanto en la portada del último hAll como en un artículo interior de José Miguel León, se ha reutilizado una foto de Masat que yo usé hace años para un artículo en La Rioja, y por no entender muy bien la cita que Josemi me hace en él. Como aquel artículo no se publicó mas que en el periódico y no es fácil de encontrar, he pensado que lo mejor sería traerlo aquí para poder releerlo y salir de dudas. Doy por supuesto que es completamente lícito usar la misma fuente de inspiración para desarrollar reflexiones de diferente alcance, pero lo cierto es que la de Josemi y la mía tienen poco que ver y que al mezclar la cita con la foto, hasta pueden inducir a confusión. Mi artículo no apuntaba apenas al binomio privado/público que plantea elhAll95 a sus colaboradores, sino que divagaba sobre las diferencias entre la arquitectura y el habitat.Se agradece en todo caso que alguien te cite, porque así te da ocasión a releerte. Seguramente ahora limaría un poco algunas palabras o expresiones de aquel artículo, pero me parece más justo dejarlo tal y como se publicó.

Lo que no he podido evitar ¡ay! es leer también la impertinente entradilla con que el periódico presentaba el artículo a sus lectores. Una burda descortesía que, vista desde cierta perspectiva, es una buena prueba de lo prudente y acertado que es el alejarse lo más posible de ese medio de comunicación. Decía así:

 “El arquitecto y polemista profesional Juan Diez del Corral vuelve hoy a esta sección que tanto le aburre para, partiendo de una frase de Camen Pinós, reflexionar sobre qué es la arquitectura y qué es eso que él llama “habitación”, que supera el otro concepto y que, por fortuna, no es sólo cosa de arquitectos. La inspiración es libre: a Diez del Corral le nace de una señora pintando una línea negra”.

 ¡Vaya forma de presentar a un autor y a un artículo -difamándole y contestándolo- y... de ver la foto de Massats!)

HABITACION

Hace cuatro o cinco años, en la Jornada de Clausura del I Congreso Nacional de Arquitectura celebrado en Barcelona, la arquitecta Carmen Pinós dijo una de esas frases-eslogan que los periodistas recogen con prontitud y fidelidad, y que fue publicada al día siguiente en casi todos los medios de comunicación nacionales con la propia noticia de la celebración del Congreso. "La Arquitectura es algo tan importante que no deberíamos dejarla sólo en manos de los arquitectos" -dijo la ya por entonces ex-esposa y ex-colaboradora del ahora recién desaparecido arquitecto Enric Miralles.

Yo no tengo ningún aprecio por la arquitectura de Pinós ni por la de Miralles, pero aquella maldita frase me ha estado dando vueltas en la cabeza -como otras veces el pepino del gazpacho en el estómago- y trayéndome muchas veces a la memoria a esa "artista" de la arquitectura que no me interesa lo más mínimo. De alguna manera yo estaba de acuerdo con la frasecita de marras pero no me encajaba con la personalidad de quien la decía. Así que en una de las calurosas noches del mes de Agosto en que es tan fácil desvelarse por el sudor, dí con el remedio. No señora, la Arquitectura es cosa de arquitectos y nada más que de arquitectos, mismamente como la Medicina es cosa de médicos. Son saberes específicos y desarrollados en teorías y manuales a los que no todo el mundo tiene fácil acceso. Otro asunto es la habitación del hombre; como otra cosa es también la salud. "La Habitación es algo tan importante que no deberíamos dejarla sólo en manos de los arquitectos" es la frase correcta -me dije entre las sábanas desordenadas por el calor-, aunque dudo mucho que si Carmen Pinós la hubiera dicho así, los periodistas la hubiesen apuntado tan deprisa en sus cuadernos. Y es que la idea de "habitar" ha caído en el olvido y no da para un titular. Sigo un poco más con la semejanza respecto a la Medicina para constatar que los médicos han operado lingüísticamente de forma inversa: no sólo no se han olvidado de la palabra Salud sino que se han apropiado de ella y a los Centros donde ejercen su Medicina hoy se les llama pretenciosamente Centros de Salud. Pero aunque los Arquitectos no se denominen expertos en Habitación, lo cierto es que la sociedad ha hecho la misma dejación en su responsabilidad habitadora que en el caso de la Salud. La Habitación se la hemos dejado a los arquitectos y la Salud a los médicos; pero la Habitación, -digámoslo como tesis o como jaculatoria-, no es cosa de arquitectos ni la Salud es cosa de médicos, aunque no por ello vamos a negar la validez y la autonomía de los saberes de los arquitectos y de los médicos.

La confusión entre habitar y construir es uno de los grandes males de nuestro tiempo; es una de las tragedias de las Escuelas de Arquitectura y, digámoslo de paso, es también la causa del solemne aburrimiento de esta página de Arquitectura del diario La Rioja. Y es que los saberes respecto a la historia de los estilos, la autoría de tal o cual edificio, los análisis compositivos de una fachada y de sus detalles constructivos, por no decir también las alabanzas e inciensos a todo el santoral que esa historia y esos saberes han ido creando, son tan aburridos que, incluso yo, que soy arquitecto y lector metódico, rara vez consigo acabarme esta página. En consecuencia con lo que digo, mi obligación es intentar explicar poco a poco (y a ser posible sin aburrir) qué es lo que ha de entenderse cuando decimos Habitación en vez de Arquitectura. No me va a ser fácil, porque ni yo mismo lo tengo claro, pero en mi ayuda ha acudido en el mismamente caluroso mes de agosto una fotografía de Ramón Masat colgada en la Sala de Exposiciones del Ayuntamiento que dice todo lo que yo quiero decir, y encima con una gran belleza.Como la mayoría de las fotografías de Masat no posee título y sólo tiene como referencia, Tomelloso (Ciudad Real), 1960; pero bien podría titularse "Habitación" y así nos daría la primera pista en nuestra investigación. Nosotros entendemos comúnmente el habitar en el aspecto restringido de ocupación de un espacio construido (una casa está habitada cuando hay alguien habitualmente en ella), pero esta fotografía muestra que habitar no sólo es ocupar un lugar sino también "ocuparse de él". Y es en ese sentido cuando debemos decir que una casa está habitada no sólo cuando hay gente dentro sino cuando alguien "se ocupa" habitualmente de ella. Mientras que el "ocupa" es un invasor (y escrito con K expresa aún mejor ese sentido de agresividad), el que se ocupa de la casa es el que la habita. Habitar es hacer la casa: como el pájaro hace su nido o el caracol segrega su cáscara. Cada día, la casa y el trozo de calle al que da frente la casa son aseados por su habitante. Y cada año en primavera, la casa es blanqueada de nuevo, y una mujer dibuja la línea decorativa que expresa la diferencia entre la casa y la calle.

La distancia entre la manera de habitar nuestras casas y ciudades (nuestra manera de habitar Logroño sobre todo) y la fotografía tomada por Ramón Masat es tan grande que la emoción nos embarga. Me consta, sin embargo, que en cada tiesto de balcón, en cada trocito de acera barrido por un tendero, o en cada visillo de ventana de nuestra ciudad, hay gestos similares. No son esos los gestos de los arquitectos modernos (quienes lógicamente aborrecen los tiestos y los visillos) ni hay políticos al lado haciéndose las fotos con su inauguración o empresarios y constructores haciendo millones, pero yo os digo, habitantes de Logroño y La Rioja, que esa es la más hermosa Arquitectura que imaginarse uno pueda: justo la que no debe dejarse en manos de los arquitectos.

juan diez del corral