jueves, junio 22, 2006

34. SAO PAULO







Cuando anuncié el Viaje a Brasil de este año 2006 con un programa formado por Río de Janeiro, Brasilia, Curitiba e Iguazú, hubo quien me dijo que porqué no había puesto Sao Paulo, la mayor ciudad del país. A las pocas semanas le dieron el Pritzker a Mendes da Rocha, cuya obra está casi toda allí, y eso me movió aún más a rascarme la cabeza. Si me había equivocado, lo lógico era saber porqué, así que dediqué unos días a reunir algo de documentación sobre esta ciudad y a conocer sus piezas arquitectónicas más significativas.

En Sao Paulo hay un Niemeyer de 1951 muy conocido, el edificio COPAN, un gigantesco bloque sinuoso con 1.160 apartamentos; y otro Niemeyer espantoso, el Memorial de América Latina de 1991. Fijaros si tiene que ser malo que hasta una revista que sólo echa incienso como es Arquitectura Viva, lo ponía a caldo (v artículo de Ruth Verde en AViva n14).

Sao Paulo es también la ciudad de una de las primeras arquitectas famosas, Lina Bo Bardi (1914-1992), cuyos “originales” edificios tienen una pinta bastante horrible; pero en fin, por ser de las primeras mujeres estrella en este oficio, se le puede perdonar. Hay un reportaje de ella en AViva n24 de la misma Ruth Verde de antes, pero esta vez en la línea oficial, es decir, deshaciéndose en elogios.
Las fotos de los edificios de Mendes da Rocha que se publicaron a raiz del Pritzker tampoco es que despertaran mi entusiasmo, pero en fin, la arquitectura hay que visitarla siempre, así que mejor dejarlo en duda.

Jesús López Araquistain ha viajado esta primavera a Sao Paulo, y aunque no sé si su mujer le habrá dejado salir de madrugada a tomar esas estupendas fotos sin gente que hacía de soltero en todos los viajes del COAR, seguro que tendrá mucho que contar ¿No se le podría animar a que nos diera un pase de diapositivas sobre Sao Paulo como aquellos tan memorables que nos daba hace años? ¿O algo para elhAll de Martín?

Desbrozar una selva urbana de 12 millones de habitantes (¡20 millones, contando el extrarradio!) para encontrar esas pocas piezas, no me parecía una buena empresa, así que mis dudas se disiparon pronto.
Cuando ya había dejado de interesarme por Sao Paulo, Kike Fernández, un profesor de gráfica, compañero de mi escuela, me trajo un libro de fotografías aéreas de los puntos más importantes de la ciudad que es realmente espectacular. He encontrado las piezas que he señalado más arriba y algún que otro edificio extravagante como el de la foto de abajo en medio; pero lo más interesante ha sido descubrir que casi todas las fotos dan una imagen de lo que podría ser su rasgo paisajístico esencial: ese caótico erizado de anodinos rascacielos de tamaño medio, salpicado por diversos tipos de discontinuidades urbanas.

Al que le toque ventanilla en el avión lo podrá comprobar, pues aunque no visitemos Sao Paulo, sí haremos varias veces escala aérea en esta ciudad. Con las fotos os dejo y, como en la portada del dossier del viaje, con el croquis que le hizo Le Corbu en 1929: un dramático gesto de poner una gran huella geométrica en tan gigantesco e informe aglomerado que puede ayudar a entender su especial fisonomía.