lunes, octubre 22, 2007

CASCOTES





En la última línea de los links que están a la derecha de la cabecera de este blog ha aparecido una nueva palabra: Cascotes. Si pincháis en ella os aparecerá un nuevo blog con un subtítulo algo más largo: “Cascotes, Chorradas y Chascarrillos, páginas para hacer risas de la seriedad de una arquitectura hundida”.

El caso es que al no encontrar diariamente algún chascarrillo en mi blog, algunos de los que me quieren empezaban a sentir nostalgia de tiempos mejores. Y otros, que también me quieren, al leer el último post (Shuffelton´s) han temido que yo perdiera mi alegría y mi sentido crítico acerca de la estupidez generalizada de nuestra cultura.

Convertir la opinión en verdad es un trabajo muy duro y de ahí que no quiera prodigarme en el LHD. Pero de eso a amputar mi opinión o dejarla para el ámbito privado va un trecho largo.

Así pues, invento Cascotes para poner en él pura opinión sin complejos ni argumentación, simple observación directa y espontánea sin mayor reflexión, análisis o documentación. Ocurrencias, fotos divertidas que me mandan o que hago yo de edificios calamitosos, fotos de periódicos que piden a voces pies completamente distintos, chistes, habladurías, etc. etc.

Aunque creo que el pensamiento serio y libre va ir cada vez más por la vía de los blogs y no por la prensa o los libros, hay que reconocer que hoy por hoy la esencia de los blogs es la espontaneidad, el anonimato y el desenfado. Por eso, a diferencia del LHD que tiene los comentarios restringidos a personas dadas de alta en blogger y que, aún así, deben ser autorizados por el autor, he dejado Cascotes abierto para que cualquiera, con nombre o sin él diga lo que le de la gana sin mayor cortapisa.

Internet permite el acceso directo a Cascotes sin tener que pasar por el LHD, pero a mí me gustaría que los lectores no se olvidasen de este blog matriz y que sólo accediesen a Cascotes cuando no encuentren novedad en éste o cuando sus contenidos les parezcan ajenos o poco interesantes. Como más de un LHD ha sido un Cascote, lo único que pretendo ahora es crear una línea de separación entre ambos para darme alas. Sólo eso.

Y para acabar, vaya la advertencia que figura junto a la cabecera: “Cascotes es un blog no recomendable para gente sin inteligencia, humor y respeto a la opinión ajena”.