martes, diciembre 04, 2007

GABINETES


Yo me he acostumbrado ya al extraño nombre de este fundamental “pattern” arquitectónico, pero reconozco que me costó hacerme a él. Lo bueno de la palabra “gabinete”, sin embargo, es que es una palabra semiolvidada, y al recuperarla para el “patrón” que nos descubre Alexander, cobra un nuevo sentido. Un sentido, diría yo, definitivo. Para mí, gabinete ya no es otra cosa que esa pequeña habitación dentro de una habitación, ese refugio o casita a escala reducida donde leer, escribir, charlar, o dormir (o hacer el amor) con una mayor sensación de protección de la que ya te da la propia habitación.
Según los diccionarios, el gabinete era el estudio que estaba conectado con una alcoba interior, o el local donde se guardan ciertas cosas o colecciones. La mayor utilización de la palabra se da ahora para designar al conjunto de los ministros que forman en gobierno de un país (¡qué degeneración!), aunque yo he puesto “gabinete” en el google imágenes y me han salido armarios y carcasas de ordenador (!!!). En realidad “gabinete” viene de “cabinet”, o sea, de “cabina” y por ahí vuelve a recobrar el sentido que le da Alexander.
Un sentido que también Charles Moore usó en muchos de sus proyectos y en su libro de teoría, formulándolo como “edículos” o casitas dentro de la casa.
La definición teórica y la proposición práctica del libro de patrones de Alexander, como casi siempre, bastante deficientes, pero por respeto al inventor y porque también nos dan dos perspectivas parciales de ese nuevo sentido de la palabra, las reproduzco tal cual:

“Ninguna habitación con altura homogénea sirve bien a un grupo de personas. Para que el grupo tenga la oportunidad de estar reunido en cuanto grupo la habitación ha de ofrecer también a sus miembros la ocasión de estar a solas o en compañía de otro solamente, en el mismo espacio.”
“Cree pequeños lugares en el perímetro de cualquier habitación común, que no han de tener usualmente más de 1,80 m de anchura y entre 90 cm y 1,80 m de profundidad, pudiendo ser mucho más pequeños. Estos gabinetes serán lo bastante amplios para que se sienten dos personas a charlar o jugar y a veces lo bastante grandes para contener un pupitre o una mesa.”


Y puestos al reconocimiento, reproduzco la foto que abre el patrón (arriba) y el esquema de una “familia de gabinetes” en torno a un espacio central.


Si el patrón “gabinete” es indispensable tenerlo en la mesa de trabajo a la hora de proyectar cualquier espacio, y por supuesto, resulta ser el mejor de los mecanismos para transformar un espacio sin alma proyectado por un arquitecto en un espacio con vida, el patrón gabinete también es de gran utilidad para apreciar la cualidad espacial de numerosas arquitecturas pretéritas y verlas desde una perspectiva distinta a la que nos ofrecen los historiadores (de los estilos).

Atendiendo a esa secuencia entre nave principal y capillas laterales, toda la historia de la arquitectura cristiana es una gigantesca exhibición del patrón gabinetes. Capilla y gabinete son así, palabras hermanas. (Sobran ilustraciones).
También los espacios diafragmados de la arquitectura musulmana que Chueca Goitia nos enseñara a ver en los Invariantes Castizos, son preciosos gabinetes, como estos dos del Alhambra:



Gabinete es este precioso bow window de la casa Winslow:


O el escritorio del despacho del direcor de la Escuela de Artes en Glasgow (Mackintosh), y con él todos los LUGARES VENTANA:

O lugares chimenea, como este de la casa Scheu (Loos):



Gracias al patrón gabinetes podemos entender la gracia de rinconcitos tan modestos como esta bañera en nicho de un libro de decoración:

O la siempre estupenda organización de los asientos de un restaurante a modo de compartimentos:


Puesto que no pocas veces el mejor recurso didáctico para explicar una cosa es mostrar la contraria, yo solía usar como ejemplo de espacio desolado, desproporcionado y sin gabinetes el despacho de Hitler en la nueva cancillería de Berlín (Speer); pero desde que los arquitectos y decoradores de Gallardón le han organizado y amueblado el suyo en el nuevo Ayuntamiento de Madrid, ya tengo uno más mano: