lunes, febrero 11, 2008

LAGUARDIA


Creo haber comentado alguna vez que a los amigos íntimos y valerosos que vienen a La Rioja de visita les suelo llevar a Villamediana o Ribafrecha para que se hagan una idea de lo bonitos que son nuestros pueblos y lo prometedora que es nuestra arquitectura… Pero como muchos de los que me visitan no son tan íntimos ni valerosos, lo más socorrido para quedar bien como anfitrión y guía turístico de esta región es llevarles a Laguardia. Está a un paso de Logroño y en poco más de un paseo de media hora ofrece media docena de momentos muy originales y memorables: la vista hacia el Este con la cambiante silueta del León Dormido al fondo y los humedales cercanos al pueblo justo debajo; el paseo por el parquecito del Norte con el telón tan próximo de la Peña del León y toda la sierra de Cantabria; el balcón hacia los tesos arcillosos de la ribera del Ebro, hacia el Oeste, que en los días fríos nos exime de subir al mucho mejor balcón de Peñacerrada; el excelente callejero medieval interior a la muralla, la bodega de la Primicia o del Diezmo (que era de mi tío Luis y de la que en un tiempo tuve hasta la llave por haberles hecho unos bocetos para la distribución de una vivienda que no llegaron a hacer); la iglesia de San Juan Bautista, o la parada en alguna de las tascas…

Sí, ya sé que me dejo el sorprendente pórtico del siglo XIV de la iglesia de Santa María de los Reyes, que aunque policromado en el XVII causa siempre un gran impacto al visitante pues ofrece la oportunidad de ver cómo pudieron ser o imaginarse muchos de los pórticos medievales. Pero si me lo dejo es porque desde hace un tiempo lo han secuestrado los de la Oficina de Turismo local y si lo quieres ver tienes que pasar por caja, horario y guía. Es una lata, qué le vamos a hacer. Yo no puedo pasar por ello cada vez que voy.





Cuando tenía la llave de la bodega de mi tío solía enseñar sus calados, o cuando me encuentro por la calle con algún amigo mío, les suelo pedir que les enseñen la bodega de su casa a mis amigos visitantes. Y todos se quedan admirados. (Recuerdo con emoción la vez en que bajé con José Angel González Sainz y Graciella a la bodega de la casa de mi amigo Fernando el trombonista, y estuvimos allí sin luz durante un rato…). El plano de las bodegas de Laguardia es una de las informaciones fundamentales que deberían tener en la Oficina Local de Turismo, pero ya veis que no, que les va más lo del horario, guía y caja. En mi apresuramiento y amateurismo yo tampoco lo suelo llevar encima; y es por eso que lo traigo aquí, para que lo puedan consultar todos los amigos a quienes les he hablado de él, todos los que faltan por venir a verme, o todos los amigos de este blog.

Lo realizaron Iñaki Galarraga y José Ignacio Linazasoro para la Diputación Foral de Alava y está incluido en el libro que la Gili le publicó a este último con el título “Permanencias y Arquitectura Urbana” (Barcelona 1978). No sé de quién es la propiedad intelectual del plano, si de la Diputación, de los autores o de la Gili, pero espero que con la peste ésta del canon que padecemos no me pidan que lo retire y os impidan descargarlo y disfrutarlo. Lo he colocado arriba a un tamaño razonable y aquí abajo os pongo un detalle del mismo, también ampliable.

Yo reconozco y agradezco el trabajo de sus promotores, autores y divulgadores, y espero que se sientan suficientemente pagados con ello -igual que yo me siento más que pagado cuando alguien me lee en este blog incluso sin necesidad de que me lo diga o lo comente. Porque esa es la más valiosa de las esencias del trabajo intelectual y creativo: la de regalarse. O mismamente, la de entenderlo como la amistad de quien te enseña media docena de bellezas en un pueblo de su región.