sábado, febrero 02, 2008

SORPRESAS AALTIANAS



Este fue el primero de los edificios que vi de Aalto, el Enso-Gutzeit Headquarters de 1959-62 en pleno centro de Helsinki. Cuando lo vi me causó la decepción que ya me esperaba (ver post anterior), pero..., casualmente, tomé esta foto, y al ir luego conociendo el tipo de sorpresas que sus arquitecturas encierran, le he ido cogiendo el gusto: es como si le hubieran pegado un bocado a esa fachada tan sosa y aburrida justo en su entrega con el suelo ¿no?

En la universidad de Otaniemi hice esta otra fotografía de la biblioteca:


Parece como si la fachada hubiera estado pensada en un aplacado de mármol blanco sobre unos muros de ladrillo pero que el presupuesto no hubiera dado para más y la obra se hubiera quedado para siempre inconclusa...: como esas fachadas de tantas iglesias italianas pero con una composición abstracta de lo más moderno.

En la fachada al patio de la villa Maiera en Muuratsalo hay otro detalle parecido, aunque esta vez con un azulejo azul cobalto. El aplacado a un lado de la ventana y en el zócalo convierte la simetría de ese fragmento de fachada en una descarada asimetría, o aún más, en un descarado deshabillé por la forma escalonada en que se resuelve el encuentro entre lateral y el zócalo. (Están graciosos los dos javieres de la Escuela en esa foto):


En el centro cívico de Seinajoki los edificios se rompen constantemente en una dualidad de colores, -el blanco y el azul cobalto-, y en una dualidad de formas, -los paralelepípedos y las líneas inclinadas de cubiertas siempre inesperadas. No recuerdo si en el famoso libro de Robert Venturi hay alusiones a la complejidad y contradicción en la obra de Alvar Aalto, pero tiene ejemplos a patadas. Complejidad y contradicción como riqueza de expresión, como sorpresa y como magia:


Este otro remate de un edificio de la universidad de Jyvaskyla también me sorprendió por su novedad. Es frecuente que los edificios de Aalto se abran a la luz cenital pero en este caso esa apertura se incrementa por lo liviano del remate superior y con la no coincidencia geométrica del plano de las ventanas con el plano del zócalo de ladrillo:


¿Y qué me decís de ese hueco de la iglesita de Muurame abierto sobre esos ingenuos arquillos? ¿es una ventana original o se abrió luego? En cualquier caso es de una frescura sin igual:
La última de las sorpresas que aquí traigo requiere cuatro fotos. El espacio interior de la iglesia de Lathi tiene la solemnidad y la complejidad de sus mejores iglesias,




pero el ventanal a ras de suelo de la parte de atrás parece como venido de un mundo mucho más doméstico y amable. Qué duplicidad tan espléndida ¿verdad? Parece una foto tomada en otro lugar:


Y así muchos y muchos detalles sorprendentes logrados con una gran sencillez y economía de medios. Detalles sobre los que raras veces he leído algo. Detalles sobre los que es aún más raro poder leer algo escrito con sencillez y economía de medios....